El mayor de los retos no es teórico sino práctico.
Las organizaciones están fomentando valores todo el
tiempo, a través de todas las actitudes y comportamientos de sus dirigentes,
cualquiera que sea su nivel. Todas sus acciones transmiten valores.
Por ejemplo, si una empresa debe impartir un curso
en un día no laboral, tiene que comunicar adecuadamente las razones del caso.
De lo contrario, la organización termina transmitiendo que el entrenamiento no
es trabajo y su importancia se desvaloriza.
Promover en las organizaciones valores como el
trabajo, el mejoramiento continuo, la excelencia personal, el aprendizaje, o la pro actividad, requiere de mucho coraje y un esfuerzo especial de los líderes.
Lo que hacemos o dejamos de hacer modela mucho más que nuestras palabras.
¿Cómo hacerlo?
La labor de
compromiso por parte de los directivos de la empresa tiene que estar alineada
con los empleados, es así que debe identificarse de manera sencilla y
posteriormente diseñar un programa que permita que los colegas demuestren con
diferentes ideas, la forma como reflejan estos valores.
Adicional a esta
iniciativa, es importante buscar que los valores estén enmarcados en todas las
actividades al interior de la compañía y las piezas de comunicaciones.
La transmisión de
los valores corporativos debe involucrar a todos los grupos de interés de la
organización, desde su junta directiva, equipo gerencial y los colaboradores de
todo nivel.
Para transmitir y
fortalecer los principios corporativos pueden organizarse actividades formales
o informales como:
*Conferencias.
*Jornadas de sensibilización.
*Planes lúdicos y recreativos.
*Elementos publicitarios que formen parte de la vida diaria de los gerentes y trabajadores.
*Jornadas de sensibilización.
*Planes lúdicos y recreativos.
*Elementos publicitarios que formen parte de la vida diaria de los gerentes y trabajadores.

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